¿Es la pandemia ahora menos peligrosa? Por qué hay que interpretar con cautela el descenso de la tasa de mortalidad
El incremento del número de infecciones por coronavirus en EEUU no va acompañado de una mayor tasa de mortalidad. ¿A qué se debe? ¿Podemos fiarnos de estas cifras? Consultamos con expertos en salud pública.
POR: NATALIA MARTÍN CANTEROFollow
18 NOV 2020 – 11:13 AM EST
La respuesta a estas preguntas no es sencilla, a pesar de que es algo que se repite en buena parte del mundo. No han aparecido tratamientos milagrosos ni enormes avances para tratar el nuevo coronavirus, a la espera de que se comercialicen las prometedoras vacunas, pero la tasa de letalidad ha descendido en relación al inicio de la pandemia.
Estos puntos pueden ayudar a entender mejor la situación:
¿Qué es la tasa de letalidad?
La tasa de letalidad o CFR (Case Fatality Rate, en inglés), se refiere al porcentaje de personas infectadas con el virus que morirán. Para calcular la verdadera tasa, tendría que poder compararse el número de muertes con el número total de infecciones, algo difícil ya que es complicado saber con exactitud el número de casos asintomáticos, personas que se infectaron con coronavirus pero que no manifiestan síntomas de la enfermedad y que no se han hecho las pruebas.
Por esta razón, el número total de infecciones es mucho más alto que el de casos confirmados.
Se ha producido una aparente disminución en las tasas de mortalidad cuando se comparan con el número de nuevas infecciones confirmadas por los tests de coronavirus. En EEUU, esa "tasa de letalidad" cayó del 6.6% en abril a poco más del 2% en agosto, según estadísticas de Reuters.
Estudios como este, elaborado por investigadores estadounidenses y chinos, también se refieren a un descenso en la tasa de letalidad entre la primera y la segunda ola de coronavirus.
La incidencia del virus es difícil de interpretar y todavía más de predecir en el futuro, coinciden los expertos consultados por Univision Noticias.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que cada vez que se produce un incremento en los contagios, las cifras que se refieren a la mortalidad por coronavirus se retrasan unas semanas. Así que, durante un espacio de tiempo, la tasa de mortalidad parece ser menor, indica Yaneer Bar-Yam, experto en pandemias al frente de endcoronavirus.org, una iniciativa multidisciplinaria internacional para luchar contra la pandemia. “La tasa de mortalidad es más reducida porque los casos tardan un tiempo en convertirse en severos. Pero incrementará debido a los hospitales saturados y trabajadores de la salud exhaustos”, señala.
Por otra parte, Bar-Yam indica que, cuando muchos de los infectados son jóvenes, la tasa de mortalidad también decrece temporalmente. Pero una vez las infecciones alcanzan a la población de todas las edades la mortalidad vuelve a subir. “Simplemente, lleva unas semanas de retraso”.
Chanh Ho, médico experto en enfermedades infecciosas y salud pública, también dice que incide en que los enfermos más graves tienden a estar más tiempo en el hospital. “Las cifras de hoy hablan de lo que ocurrió el mes pasado, no ahora. Creo, tristemente, que veremos cómo la cifra se incrementará de nuevo a comienzos de diciembre, cuando las personas que están infectadas ahora comienzan a empeorar”.
Un estudio en Nueva York, epicentro de la pandemia en marzo, podría dar algunas pistas relevantes. La investigación de la Escuela de Medicina NYU Grossman, publicada a finales de octubre, muestra que a mediados de agosto la tasa de mortalidad en los hospitalizados con síntomas relacionados con coronavirus había descendido de un 25.6% a un 7.6%.
Los nuevos infectados, muestra este estudio, eran más jóvenes y saludables y estaban llegando al hospital con síntomas menos severos que aquellos que se infectaron en primavera.
Esto explica en parte la mejora en la tasa de supervivencia. Otras razones a las que apuntan estos investigadores son la mayor experiencia con el coronavirus por parte de los proveedores de salud y prácticas como colocar a los pacientes en posición prono (en sus estómagos), o retrasar el uso de ventiladores.
“Nuestros hallazgos sugieren que, aunque covid-19 sigue siendo una enfermedad terrible, los esfuerzos para mejorar el tratamiento probablemente estén funcionando ”, señaló la autora principal del estudio, Leora Horwitz profesora asociada en el Departamento de Salud de la Población en NYU Langone Health. “Incluso en ausencia de una vacuna o un tratamiento milagroso, estamos protegiendo a más pacientes a través de una serie de pequeños cambios”, dice Horwitz.
El estudio, publicado en el Journal of Hospital Medicine es, según Horwitz, el análisis más detallado hasta la fecha de las tasas de mortalidad por coronavirus a lo largo del tiempo.
El uso de la posición prono (boca abajo), el retraso en el uso de los ventiladores, o la utilización de esteroides en casos severos han contribuido a la mejora. Además, el personal sanitario tiene más experiencia y no hay escasez de material, como al inicio de la pandemia.
El doctor José Morey, consejero del proyecto White House Office of Science and Technology, añade a estos factores la potencial mutación del virus. “Los virus pueden ganar o perder virulencia a lo largo del tiempo debido a pequeñas mutaciones. Esto, por supuesto, podría volver a cambiar en el futuro”.
Por otra parte, más y más gente está llevando mascarilla, y algunos estudios muestran que los tapabocas reducen la severidad de la enfermedad incluso cuando uno se infecta, gracias a la reducción de la carga viral.
¿Es ahora menos peligrosa la pandemia?
“Sí, la tasa de mortalidad ha descendido, pero es todavía superior a la de la mayoría de enfermedades infecciosas, incluyendo la gripe”, señala Richard Gannotta, senior lecturer de Administración de la Salud de la Escuela de Servicio Público Robert F. Wagner, de la Universidad de Nueva York.
Gannotta recuerda que covid-19 es mucho más virulento y tiene una tasa de letalidad mayor que la de la gripe. “Se ceba en los más vulnerables y no limita su impacto a esta población. Estamos viendo mayores tasas de infección en niños con mayor mortalidad en esa población también”, dice Gannotta, que está preocupado por el momento en el que la temporada de la gripe se una al coronavirus, con todo lo que esto puede implicar.
Por otra parte, este y otros expertos creen que no solo hay que prestar atención a la letalidad, y recuerdan que la covid-19 puede tener efectos graves que se prolongan en el tiempo incluso en personas jóvenes y saludables.